175 min. Apto para todos los públicos.
Como consecuencia de Rigoletto, el único deseo de Verdi era hacer algo nuevo. La adaptación de El Trovador, obra del escritor español Antonio García Gutiérrez, le impacientó mucho e incluso enfureció al ver que a su libretista, Salvatore Cammarano, no le entusiasmaba demasiado, el mismo libretista al que Donizetti debía parte del éxito de Lucia di Lammermoor. Fuera quizás por un argumento extremadamente improbable o por la enfermedad que lo consumía, pero el libreto quedó sin acabar. A pesar de los deseos del irreprimible Verdi, Cammarano no cedió y aquí radica la paradoja de Il Trovatore: para ojos de sus detractores era el paradigma del melodrama, y las restricciones formales impuestas por el libretista apagaron la llama de la pasión de Verdi. Más que personajes reales (exceptuando a la
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