OPERA SALOMÉ - Ópera de París

ABC ELX ELCHE

ABC ELX ELCHE

100 min.

Salomé, hijastra del rey Herodes y princesa de Judea, se aburre con la vida de palacio. Su curiosidad se despierta cuando oye la voz de Jochanaan, un profeta prisionero de Herodes que le teme. Obsesionado por este hombre enigmático y virtuoso, Salomé está dispuesta a hacer cualquier cosa para poseerlo, vivo o muerto. Basada en la escandalosa obra homónima de Oscar Wilde, Richard Strauss produjo en 1905 esta ópera destinada a asegurarse su condición de sucesor de Wagner en la historia de la ópera alemana. Con Baila para mí, Salomé , un lujurioso mandato de Herodes a la joven, surge una de las páginas orquestales más emblemáticas de la historia de la ópera: la Danza de los Siete Velos. Un interludio hipnótico que podría resumir en sí mismo la mortífera ascensión del deseo que recorre esta partitura con una orquestación tan rica como moderna. Un flash de una hora y cuarenta en el que la directora Lydia Steier conjura, para su debut en la Opéra national de Paris, la esencia decadente de la obra.

Salomé, hijastra del rey Herodes y princesa de Judea, se aburre con la vida de palacio. Su curiosidad se despierta cuando oye la voz de Jochanaan, un profeta prisionero de Herodes que le teme. Obsesionado por este hombre enigmático y virtuoso, Salomé está dispuesta a hacer cualquier cosa para poseerlo, vivo o muerto. Basada en la escandalosa obra homónima de Oscar Wilde, Richard Strauss produjo en 1905 esta ópera destinada a asegurarse su condición de sucesor de Wagner en la historia de la ópera alemana. Con Baila para mí, Salomé , un lujurioso mandato de Herodes a la joven, surge una de las páginas orquestales más emblemáticas de la historia de la ópera: la Danza de los Siete Velos. Un interludio hipnótico que podría resumir en sí mismo la mortífera ascensión del deseo que recorre esta partitura con una orquestación tan rica como moderna. Un flash de una hora y cuarenta en el que la directora Lydia Steier conjura, para su debut en la Opéra national de Paris, la esencia decadente de la obra.

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Sesiones de madrugada